En el corazón de la excelencia
Bajo el sello
Prueba de resistencia
La singularidad de nuestra fabricación reside en el principio mismo de la realidad: nuestros relojes están diseñados y fabricados para resistir la prueba de la vida.
En todos y cada uno de los ámbitos, observamos, comprendemos y apoyamos el movimiento humano, desde el más intrépido hasta el más cotidiano. Y adaptamos a ello el encajado y los calibres de nuestros relojes, desde los más minimalistas hasta los más elaborados. Para nosotros, estas mecánicas, humana y relojera, van de la mano.
Lo prevemos todo, incluso lo imprevisible. Para que pueda llevar una vida impactante sin que su reloj se vea impactado. Esta es la verdadera expresión de nuestra singularidad. Nuestra promesa de fiabilidad Superlative. Este sello distintivo da nombre a nuestra unidad de control de calidad, cuyos estándares no tienen parangón. Es también, y, sobre todo, el espíritu de trabajo que impregna cada rincón de nuestras sedes de fabricación. Superlative define la calidad superlativa de cada componente Rolex, así como la excelencia de nuestro savoir-faire, precisión, hermeticidad, autonomía, robustez, simplicidad, artesanía fina, confort y, por último, pero no menos importante, resistencia.
El «savoir‑faire» relojero de Rolex