Desmontaje del movimiento
El movimiento se desmonta por completo y todos los componentes se examinan con atención. Los que no cumplen con los criterios de Rolex se sustituyen sistemáticamente.
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El personal competente registra sus posibles peticiones en el momento en que usted le entrega su reloj. A continuación, se le envía a un relojero.
Su reloj es minuciosamente examinado por un relojero, que estima las operaciones que hay que realizar y establece un presupuesto. Una vez aceptado, comienza el servicio de mantenimiento.
El movimiento, todavía coronado por la esfera y las agujas, se extrae de la caja, de la que se ha desprendido previamente el brazalete. Movimiento, caja y brazalete van a seguir caminos diferentes durante el proceso de mantenimiento, antes de volver a ensamblarlos al concluir el servicio.
El movimiento se desmonta por completo y todos los componentes se examinan con atención. Los que no cumplen con los criterios de Rolex se sustituyen sistemáticamente.
Todos los componentes se lavan en una máquina de ultrasonidos mediante un baño que elimina la más mínima impureza.
Los componentes se secan y a continuación el movimiento se vuelve a ensamblar por completo y se lubrica. El relojero ajusta una primera vez el movimiento de acuerdo con los criterios de la marca.
A continuación, el relojero enrosca el fondo de la caja y entonces el reloj se pone a prueba, al menos durante veinticuatro horas. Esta prueba, propia de la marca, permite verificar el buen funcionamiento de su movimiento.
La hermeticidad del reloj se controla con ayuda de una prueba realizada en el agua bajo presión y, a continuación, se vuelve a montar el brazalete en la caja.
El reloj ya está preparado para un control final. Durante el mismo, el relojero comprueba que sus funciones estén perfectamente operativas y que su estética sea irreprochable.
Al concluir el servicio, se le devuelve el reloj en un estuche protector. El servicio tiene una garantía internacional de una duración de dos años que cubre tanto las piezas como la mano de obra.
Rolex se compromete plenamente a ofrecerles a sus clientes un servicio posventa de primer nivel. Gracias a la exigencia y al savoir‑faire de nuestros relojeros, su reloj Rolex puede mantenerse en el tiempo conservando una excelente fiabilidad y, al mismo tiempo, un brillo irreprochable.