La energía del cambio
Desde 2019, la Formula 1® se ha comprometido con el objetivo cero neto para 2030. Esto implica reducir las emisiones de la logística y la infraestructura. El objetivo también es lograr una neutralidad de carbono para los motores de los coches de carreras monoplaza.
Para hacerlo posible, los combustibles que se están desarrollando tratan de garantizar un alto rendimiento con un consumo razonable. Combinar la proeza deportiva con el rendimiento energético añade el reto de la eficiencia a la emoción de la ocasión.
Se prevé que los experimentos realizados en la Formula 1® tengan un impacto en la industria automovilística en general. Los motores turboalimentados, las suspensiones activas, el control de tracción, los sistemas de freno antibloqueo (ABS) y, más recientemente, los sistemas de recuperación de energía cinética (KERS) son todos procesos implementados que han demostrado su eficacia en el circuito de carreras antes de popularizarse. La transferencia de tecnología —del circuito de carreras a la carretera— es una de las razones de ser de la Formula 1®.