Aguas inexploradas
La costa de Ningaloo (Australia) rebosa vida marina, pero su supervivencia depende del cercano golfo de Exmouth biodiverso. Con el apoyo de la Iniciativa Perpetual Planet de Rolex, el Valedor Hope Spot de Mission Blue, Ben Fitzpatrick, trabaja para mostrar cómo se conectan y complementan los dos ecosistemas, y para protegerlos como uno solo.
En el remoto extremo noroeste de Australia, la tierra árida se convierte en arena blanca, que desemboca en aguas cristalinas y turquesas. Justo bajo la superficie se encuentra uno de los arrecifes de coral más grandes del planeta, que crecen en las aguas superficiales que bañan la costa. La costa de Ningaloo, Patrimonio Mundial de la UNESCO, se extiende a lo largo de cientos de kilómetros y está sometida a altos niveles de protección que preservan su excepcional belleza y su extraordinaria vida marina. Puede que sea más conocido por los tiburones ballena que visitan la costa cada año, pero el arrecife de coral de Ningaloo también es el hogar de cientos de especies de corales y peces tropicales, nidos de tortugas, mantarrayas, moluscos, esponjas y praderas marinas.
