Los mejores edificios
Con una aguda comprensión de la armonía entre forma y función, Rolex ha forjado naturalmente estrechos vínculos con los arquitectos de renombre a los que ha encargado el diseño de sus propios edificios en todo el mundo. Entre estos arquitectos figuran Michael Graves (Lititz Watch Technicum, Pensilvania, EE. UU.), Fumihiko Maki (Edificio Rolex en Toyocho) y los directores de SANAA, Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (Rolex Learning Center de la EPFL, en Lausana).
Tanto en la producción de los mejores relojes como en la construcción de sus propios edificios, Rolex se preocupa por la sostenibilidad. Dos de los proyectos más recientes de Rolex demuestran la búsqueda constante de la marca de una arquitectura respetuosa con el medio ambiente, la innovación continua, la precisión y el mejor uso del espacio.
En Dallas, el arquitecto japonés Kengo Kuma diseñó una torre de oficinas de siete plantas que alberga el centro de ventas y servicio de Rolex. Con una serie de terrazas plantadas en cada planta, su forma y sus cualidades medioambientales han marcado nuevos puntos de referencia en la ciudad. El diseño aventurero y ambientalmente sofisticado típico de la obra de Kuma utiliza la luz natural, el espacio y las superficies sutilmente moduladas.
En Nueva York, sir David Chipperfield ha rediseñado la sede de Rolex EE. UU y está, según él, «creando un edificio ejemplar acorde con el patrimonio y la cultura de la marca Rolex». La torre apilada y dentada de 25 plantas se diseñó para obtener la certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) platino, que representa el máximo nivel de respeto al medio ambiente y consumo sostenible de energía.
